En Cerro Muriano, tercera prueba del Campeonato de Andalucía, tuvimos cara y cruz. Cara porque en los entrenos del sábado, todo funcionaba a las mil maravillas, íbamos rápidos, lo que probábamos funcionaba. Pero tras la primera manga de clasificación, el motor dijo basta. Se paraba, se paraba y se paraba, daba igual lo que le hicieras. Así que ni tan siquiera corrimos el domingo. Mala suerte y cambio de motor forzoso.
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